12 de marzo de 2012
Comodidad a mi alcance en Lisboa
A la hora de buscar un lugar donde quedarnos en Lisboa tuvimos en cuenta varias opciones: un hostel, "Couch Surfing" o "airbnb".
Desde que comenzamos hacer las búsquedas vimos en airbnb.com un piso que nos llamo mucho la atención. Totalmente remodelado en las afueras del centro de la ciudad pero aún así un área muy accesible, con varias atracciones principales y la facilidad de movernos con tranvía o bus a menos de 5 minutos caminando.
Lo que nos hizo tomar la decisión final fue tener desayuno gratis diariamente y el uso de dos bicicletas. Al llegar al apartamento en el segundo piso estaba totalmente inmaculado. Los colores principales: blanco y turquesa. La dueña nos mostró donde estaba todo lo esencial que necesitabamos.
La habitación lucía exactamente como estaba en las fotos que habíamos visto. Junto a la lámpara había mapa un mapa de Lisboa, una revista con toda la información necesaria y una tarjeta con la contraseña de la conección de internet.
La sala con muebles blancos, un gran televisor de plasma, variedad de libros, una chimenea y una pintura de mujer con los colores principales del apartamento.
El área de comedor con una mesa para seis personas junto a varias decoraciones y a un extremo las puertas para el balcón que da a la calle, con vista al Palacio de Ajuda.
La cocina a pesar de ser pequeña, totalmente moderna con colores negro y blanco, con una pizarra junto al refrigerador. En las mañanas desayunábamos junto a las ventanas con el sol resplandeciendo.
Aunque compartíamos el apartamento con los dueños en pocas ocasiones los vimos y cuando los vimos siempre fueron muy amables y nos contestaron todas las preguntas que teníamos.
Definitivamente que escogimos bien a la hora de buscar donde quedarnos y creo que en parte esto hizo que el viaje fuera muy placentero.
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