29 de septiembre de 2011
¡Al que madruga Dios lo ayuda!
El refrán dice que "Al que madruga Dios lo ayuda", pero no creo que estas palabras me funcionaron hoy. De pie desde muy temprano en la mañana y en marcha en autobus para la oficina de extranjeria para buscar mi "NIE" o número de extranjero. Al llegar a las oficinas había una fila inmensa y eso que no abrian todavía.
Pacientemente esperamos, yo fui en busca de fotos para la identificación y varias copias que debía entregar al momento de aplicar para el NIE. Numerito que de no sacarlo en 30 días significa que estoy en estado ilegal en la isla y hay deportación segura.
¡Que mucho tuvimos que esperar! Es más llegaron otras chicas que son parte del programa de Auxiliares y ellas apesar de llegar 2 horas más tarde que nosotras terminaron teniendo el mismo turno. Fuera de quejas ya tengo mi numerito sagrado.
Después de todo el estrés de la espera estabamos tan cerca de la playa que caminamos hasta allá para ver ese lado de la ciudad que aún no habíamos percibido.
Bello se veía el puerto al fondo con todos los cruseros y la gran Catedral Mallorca. Valió la pena la caminata.
Próxima parada abrir una cuenta de banco. No se puede andar con tanto efectivo en mano. Ya con cuenta abierta da la impresión que si eres parte de esta bella ciudad.
Al llegar a casa de la chica donde me quedé a dormir anoche una de sus compañeras de piso se había mudado. Fenomenal esta era la habitación que yo quería. Lo analicé un poco y me dí cuenta que la ubicación y el precio iban conmigo.
Hice una limpieza total. Pase amonia por todos lados y desinfecté el cuarto. ¡Quedó como nuevo! Ya me siento como en casa y lo mejor es que la habitación da para la calle y tengo un balcón.
Gracias a Dios todo va tomando curso y cada día me familiarizo más con el área.
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