Poco a poco llega la adaptación

Viernes, ya cinco días en la hermosa isla de Mallorca. Finalmente les puedo decir que tengo un lugar fijo donde dormir y que ya al parecer mi cuerpo se está ajustando al cambio. Orgullosamente les comparto que anoche dormí seis horas y medias. ¡Que éxito! Con la batería recargada había que aprovechar el día para hacer algunas diligencias pendientes y sobre todo porque aquí y en toda España los bancos y oficinas importantes cierran a las 2:30 de la tarde. Aquí si aplicaría el refrán: "Al que madruga Dios lo ayuda". Cuando digo que cierran a las 2:30pm es exactamente a esa hora y si no hiciste lo que tenías que hacer bueno pues hasta el próximo día. Entre mis planes estaba buscar un lugar donde me cambiaran unos cheques de viajeros. Esa ha sido una misión imposible, ningún banco los quiere cambiar. Demasiadas falsificaciones según ellos. A fin de cuentas no pude completar esa misión hoy, ya será para otro día.

De ahí seguí hacer otras diligencias al banco y me detuve por el super a hacer compra. Ya tengo lugar donde puedo cocinar y hay que comer. En el super traté de comprar cosas de primera necesidad y que hacían falta en el piso. De todos modos no pude comprar mucho porque tenía que cargar todo caminando, recuerden no tengo "coche". Ah y hay que limitarse en la cantidad de bolsas porque te las cobran.

Como las cosas me pasan una sola vez y de esa aprendo me aseguré de llevar mis propias bolsas y un bulto. ¡Que le cobren el plástico a otro bobo! Ya de vuelta en mi habitación puse todo en su lugar y después de haber retrasado mi día de ocio me entregué a los brazos de Morfeo. Fenomenal pude dormir otras dos horas y media. Luego llegó la madre del dueño del apartamento y le conté lo descontenta que estaba con algunas cosas en el apartamento, especialmente el desorden y formamos una brigada de limpieza. Terminó por decirme "Vale chica vos tenes algo de española. Has sido criada a la antigua. Ya los jóvenes no limpian son como extraterrestres. Creo que has sido la única normal que ha rentado este apartamento".

¡Tremenda colecciones de botellas vacías sacamos de un armario! Al parecer los lechoncitos que viven y han vivido aquí les gusta guardar basura. ¡Por lo menos me eché al bolsillo a la doñita!