30 de abril de 2012
¡A salir de la ciudad!
Comenzaba la semana y aún continuaba el puente feriado de pascua. Como nos quedaban pocas cosas por ver en Barcelona desde muy temprano nos fuimos caminando hasta la Casa Milà, pero que popularmente se conoce como "La Pedrera". Este edificio diseñado por el gran arquitecto Antoni Gaudí, fue construido entre los años 1906 y 1912 y se inspira en las formas orgánicas de la naturaleza.
Continuamos hacia otra de las edificaciones de Gaudí, la Casa Batlló, que fue una remodleación a un edificio previamente construido en esa ubicación. Casa Batlló fue construida entre 1904 y 1906 con el mismo concepto naturalista que La Pedrera.
Como el tiempo es oro seguimos hasta el área de Montjuic para terminar de ver las atracciones que no pudimos ver el día anterior. Por habernos bajado en la parada de bus incorrecta tuvimos que caminar varios kilómetros y lo peor es que ibamos caminando a pleno mediodía lo que quiere decir que el sol estaba picando. Aunque con retraso llegamos hasta los Jardínes Botánicos y el Castillo de Montjuic. ¡Pudimos haber tomado el teleférico pero lo pensamos muy tarde!
Desde los jardínes y el Castillo se veía una vista total de Barcelona, marcando con claridad los puntos más importantes.
Culminando la ruta por la ciudad nos encaminamos por primera vez a salir de Barcelona en tren hacia un pequeño pueblo costero llamado Sitges.
Varias personas nos recomendaron que visitaramos este municipio por la proximidad a Barcelona y por su belleza natural.
A pesar de ser pequeño encierra sus encantos con una costa llena de restaurantes y tiendas y la Iglesia de San Bartolomeo y Santa Tecla justo frente al mar. La tarde la pasamos caminando, disfrutando de la brisa y el sol, comiendo helado y sentándonos a contemplar cómo las olas acariciaban la arena. Sitges es conocido por tener la mayor población de homosexuales, por ser el municipio más caro en España y por ser la sede del Festival Internacional de Cinema de Cataluña.
De vuelta en tren con la caída del sol se percibian unas vistas hermosas de acantilados rocosos y el oleaje tropezando agresivamente. Una vez en Barcelona fuimos a la oficina de turismo a comprar los boletos para nuestra aventura del próximo día. Con lo agotadas que estabamos y teniendo en cuenta que era día feriado y que nos deberíamos levantar temprano nos regresamos al piso para ducharnos, relajarnos y empacar para el día siguiente.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario