13 de junio de 2012

Videitos de Mallorca

Escalada por Sa Foradada con mi guia turistico. Subimos hasta el tope para encontrarnos con una vista relajante e impresionante.

Manu interpretando una de sus canciones favoritas.

Los chicos de cuarto cantando y bailando "Ai seu te pego" de Michel Teló

La canción dedicada a mí por las chicas de quinto grado.

10 de junio de 2012

¡Adeu Mallorca!

Con todo el bullicio de la fiesta terminé acostándome a dormir casi a las 3:00 de la mañana para levantarme una hora y media después. Si no es por nuestros vecinos que vinieron encarecidamente a pedir que por favor los dejaran dormir posiblemente no hubiera podido dormir nada antes del viaje.

La alarma sonó y en un dos por tres ya estaba de pie de camino a la ducha. Mientras me duchaba escuché el timbre de la puerta sonar. Pensé que serían mis compañeras de piso y si era el caso ignoré su llamado por haber sido tan desconsideradas horas antes y no haberme dejado descansar.

Mientras me vestía el timbre continuaba sonando. Luego de haber terminado de alistarme finalmente abrí la puerta para encontrarme con una de las amigas de mis compañeras de piso. Totalmente borracha se trató de disculpar por haber insistido tanto en que le abriera.

El taxi vino a recogerme exactamente a las 5:45 de la mañana. Mientras yo iba de camino al aeropuerto Mallorca aún dormía. El taxista me interrogaba y al contarle que iba de regreso a casa su primera pregunta fue: ¿has dejado algún corazón roto?

La contestación mejor me la reservo. En el aeropuerto cargué todo mi equipaje hasta el mostrador de Airberlin. Hice todas las diligencias pertinentes para poder abordar y al pasar por seguridad y estar en el "gate" no me quedó de otra que tomarme mi último café bien cargado pero sola.

El café estaba tan caliente que estuve esperando un buen rato a que se enfriara un poco. Mientras le enviaba mensaje a mis amigas para oficialmente despedirme antes de tomar mi vuelo hasta Berlín.

El primer vuelo llegó a Berlín sin ninguna complicación. Al llegar a esta localidad tuvimos que bajarnos en la pista y tomar un autobús hasta el terminal. La apariencia del aeropuerto se veía un poco cutre. La conección de terminal en terminal no estaba techada así que con el frío que estaba haciendo traté de aligerar el paso.

Al llegar la hora de pasar por seguridad para tomar mi próximo vuelo hubo un pequeño contratiempo. Yo había comprado una botella de hierbas mallorquinas en el aeropuerto de Palma y no tenía conocimiento que si tienes vuelos con conección no se puede pasar por seguridad ningún tipo de líquido. 

¡Pequeño detalle! Le dije al chico de seguridad que no pasaba nada que si no se podía pasar que mejor se quedaran con la botella y se la bebieran en mi nombre. Yo siempre tratando de tener el mejor sentido del humor. A fin de cuentas tuve que hablar con el personal de la aerolínea que me dijeron que si no pagaba por la maleta donde llevaba el líquido no había manera de llevármelo dentro avión.

Regresé a seguridad y el mismo chico me dijo que no me preocupara que había hablado con la compañera que examina el equipaje con rayos x y dijo que podría pasar la botella sin problemas. ¡Me hicieron el día!

Feliz de la vida me senté en el avión para el viajecito de diez horas y media a Miami que me esperaba. Por casualidades de la vida me tocó sentarme al lado de un cubano criado en Nueva Jersey. Nos contamos chistes, nos reimos de las ocurrencias de las personas en el avión y platicamos por un rato porque más de diez horas en un avión está fuerte.

El viaje se nos hizo eterno aunque el amigo cubano se dió par de tragos y quedó rendido en los brazos de Morfeo por unas dos horas. Al llegar a Miami y pasar por todo el proceso de Aduana fue un poquito chocante estar al otro lado del mundo.

Aún luego de llevar varios días con mi familia y en mi hogar se me hace un poquito difícil asimilar que mis eternas vacaciones han terminado. Dejé atrás tanta gente maravillosa, tantos recuerdos que no dudo regresar algún día a Mallorca.

¡A mis amigas gracias por los bonitos recuerdos!


Una semana de despedidas y muchas lágrimas. Viernes en la noche antes de mi partida Estados Unidos sábado tenía una cita muy importante. Las chicas con quien había compartido la mayor parte de mis aventuras y momentos especiales querían compartir conmigo por última vez en una cena formal.
Mary y yo en las Cuevas del Drach
Sarah, Laura y yo en mi cumple.
Habíamos quedado en encontrarnos en Plaza España a las 9:00 de la noche. Yo con el corre y corre llegué a nuestra cita corriendo. Tenía los nervios de punta y un mal humor todo por el estrés que me causaba pensar que estaba a sólo horas de mudarme nuevamente a casa.

Caminamos por las Avenidas en búsqueda de un restaurante cerca para sentarnos a compartir por última vez. Seleccionamos un restaurante de comida italiana. Degustamos de pizzas y yo personalmente pedí una pasta de mariscos y queso con albahaca. Todo totalmente delicioso. Mientras cenabamos recordambamos nuestras aventuras y momentos especiales más notables en los últimos 9 meses.

Luego de terminar nuestra cena caminamos por Blanquerna, calle peatonal llena de restaurantes y tiendas para comernos un helado. Ya se acercaba la hora cero y las chicas no querían pensar que en pocas horas nos separaríamos.
En la cima de Cap de Formentor
A cierta hora les dije que tenía que irme a descansar porque al día siguiente me tocaba levantarme sumamente temprano para tomar mi vuelo con destino final a Florida.

En mi piso había fiesta de despedida pero no había sido invitada por las desconsideradas con las que vivía. La cruda realidad es que no quería entrar a mi casa para encontrarme con varios borrachos haciendo el ridículo como siempre lo hacían. Lo peor de todo sabía que no podría dormir por el ruido.

Las chicas no quisieron subir a la fiesta y me esperaron en la calle anterior. Cuando finalmente dije que tenía que irme todas comenzaron a llorar. Yo no pude sostener el llanto, Mary y Laura se habían convertido en mis amigas más cercanas desde que llegué a Mallorca a finales de septiembre.
Laura y yo en Cala Agulla.
Mary y yo en la Sifoneria por primera vez.
Gracias a ambas me llevo gratos recuerdos de fiestas, viajes, caminatas, excelentes conversaciones con consejos en fin momentos inolvidables. Mary, Laura gracias por su amistad. Espero nos podamos mantener en contacto por mucho tiempo.

9 de junio de 2012

¡Joder tío, de lo que me he perdido!

Luego de las fiestas en el colegio y el estrés de la mudanza el día antes de partir a Estados Unidos era el día perfecto para relajarme un rato.

Mi guía turístico se había ofrecido a llevarme a una playita. Desde temprano manejamos en dirección hacia el municipio de Deia en la Sierra Tramuntana. Curvas y curvas cruzando el pueblo hasta llegar a una pequeño estacionamiento que únicamente aparcaba máximo cuatro coches.
Deia
Para llegar hasta la playita de Llucalcari tuvimos que hacer una caminata de por lo menos 20 minutos.
Esta playa es conocida porque algunas personas utilizan los charcos que forma una fuente de agua dulce para cubrirse el cuerpo de barro. ¡Como hemos sudado bajando! Al ver la perfecta vista de rocas y agua cristalina olvidamos la bajadita y nos enfocamos en encontrar un lugar para tomar el sol.
Cala Llucalcari
Algo si llamó mi atención, la mayoría de las pocas personas que se encontraban en la playa estaban completamente desnudas. Durante los meses de mi estadía en Mallorca ya estaba curada de espanto, así que ver algo así no me causó gran reacción. No porque estuvieramos en una playa nudista necesariamente significaba que YO me pondría el traje de Eva.

Mi guía decidió que nos retiraramos de la cala y nos fueramos a un área más aislada para estar más tranquilos. Las rocas gigantescas nos servían de suelo en medio del mar. Teníamos nuestra propia piscina natural solamente para nosotros dos.
Vista impresionante
Esto es vida.
El chico se fue hacer un poco de ésnorquel en los alrededores mientras yo tomaba un poco de sol y contemplaba una vista impresionante, nunca antes vista y que me estuve perdiendo por los pasados cinco meses. ¡Joder tío! jajaja

Más tarde nos sentamos almorzar bajo unos árboles y a disfrutar de la brisa y un mar totalmente tranquilo. También hubo siestas, juegos de mano y un poco de reflexión y melancolía. ¡Faltó el besó de despedida!
El guia turistico almorzando.
Andreu de siesta.
¡Quien diría que 9 meses pasaron tan pronto y que me enamoré de esta Isla y de su gente! Una mezcla grande de emociones por un lado triste de irme pero feliz de haber podido disfrutar tanto de esta experiencia.
Mi guia mallorquin


¡Adeu Italis, te queremos!

Con todo y resaca llegué al colegio con puntualidad. Mi primera clase con quinto fue breve. La profesora me informó que únicamente daríamos la lección por 30 minutos porque los niños me tenían una sorpresa preparada.

Los alumnos estaban un poco inquietos esperando la hora para trasladarnos a otro salón para mi fiesta sorpresa. Tan pronto entré por la puerta todos estaban esperándome con globos y una mesa llena de comida con una tarta dándome las gracias.

Torta hecha para mi.
El David con los globos.
Algunos me trajeron tarjetas, flores, poemas y una de las niñas me escribió una canción y me la cantó al son de su guitarra. Con todas las emociones a flor de piel no hice más que ponerme a llorar. Me sentí tan especial de saber que todos ellos habían planificado la fiesta tan organizada para despedirme.

Maite la interprete de la cancion titulada: Italis
Los chicos de quinto.
Segundo grado
De ahí en adelante los últimos dos días en el colegio fueron maravillosos. La otra clase de quinto, sexto, tercero y cuarto me hicieron unas fiestas increíbles. Cada niño trajo algo para comer y beber y secretamente lo organizaron todo en el salón de inglés. Los dibujos y regalos sobraban.
El otro grupo de quinto.
Hasta los profesores trajeron comida y me regalaron un collar hermoso, un "llamador de ángeles". Esta es una joya protectora, en la cual en su interior, tiene diminutros trozos de plata que al chocar crean un delicado sonido. Este sonido atrae a los angeles para que sientas su protección, amor y todo su apoyo en tu interior.
Los chicos de cuarto, un peligro.
Cuarto grado feliz.
Segundo grado totalmente adorables.
Sexto grado
¡Que afortundada! No tengo palabras para agradecerle a todos por el bonito detalle. Como le mencionó a los profesores, fui bendecida al ser enviada a CP Ponent como auxiliar y tener la oportunidad de compartir con personas tan extraordinarias. ¡Me llevo un pedazo de Mallorca en mi corazón!
El otro grupo de sexto grado.

La mejor Ruta Martiana


Los días estaban contados, menos de una semana para mi partida de Mallorca y no podía faltar una noche más de la Ruta Martiana.
El marciano con pintxo y bebida en mano.
Mi última Ruta Martiana la pasé con Laura y su amiga María. Esta vez nos aseguramos de hacer un grupo pequeño y de tratar de recorrer varios bares. Para refrescarle la memoria la Ruta es un conjunto de 25 bares en el centro de Palma que ofrecen pintxos y bebida por 2 euros.
Pintxos de 8 O'Clock.
La exquisita variedad de pintxos de lugar en lugar es un deleite para el paladar y una buena excusa para compartir con buenos amigos de un recorrido divertido.

Nuestra ruta comenzó en el bar Es Puput en la Calle Hostales. En otras ocasiones he visitado este bar y me ha gustado porque en comparación con otros bares siempre hay donde sentarte y te traen los pintxos y bebidas a la mesa.
Maria y yo en Es Puput.
Muy cerca de Es Puput en la esquina de dos calles está 8 O'clock, antiguo Jamón, Jamón. A este bar también lo había visitado anteriormente y me encanta el tamaño de los pintxos y que siempre está super lleno. Aquí estuvimos un buen tiempo sentadas en una mesa al fondo del local chisteando y yo personalmente aprendiendo algunas frases en fines.

La noche era joven y aunque había trabajo el próximo día especialmente para mí que tenía que levantarme a las 6:30 de la mañana continuamos nuestra grandiosa ruta. Próxima parada a uno de mis bares favoritos: Barfarina. El espacio es amplio y tiene decoraciones sacadas de la época de los 70. Los meseros super amables y guapísimos.
Barfarina
En este bar conocimos a unos chicos mallorquines muy simpáticos con los que nos mantuvimos platicando un rato antes de encaminarnos a nuestro última parada: Ca La Seu.
Ca La Seu
Nunca había entrado a este bar porque siempre veía una muchedumbre más adulta pero nos agradó el ambiente. Conseguimos asiento frente a la barra y estuvimos hasta que cerraron el local.
La Laura disfrutando de la Ruta.
Caminando de regreso a casa no parabamos de reirnos. Los tragos de vinillo definitvamente fueron los culpables de tanta diversión y bonitos recuerdos.










8 de junio de 2012

Esta vez nos fuimos al sur de la Isla



Nuestro segundo día con el coche nos fuimos en ruta hacia el área sur de la Isla. En esta ocasión nuestra meta era llegar hasta Cap de Ses Salines donde está situado otro faro.
Faro de Ses Salines
Según mi guía turístico en este faro se puede estacionar el coche y hacer un recorrido por un área rocosa hasta llegar a la playa de Es Caragol. Con mapa en mano la copilota, María y también con mi ayuda le dimos direcciones específicas a nuestra chofera, Laura.
Es Caragol, la playa que no conseguimos.
En menos de una hora estabamos cruzando por el pueblo de Ses Salines y al momento de buscar el camino hacia el faro nos arrepentimos por miedo a perdernos y terminar en un pueblo desconocido.

Al regresar por el misma ruta bajamos hasta la Colonia St. Jordi, muy conocida por ser área turística y tener playas muy bonitas. Aparcamos y nos tomamos un café en un restaurante frente al mar.

Preguntamos si la playa Es Carbó estaba cerca de donde estabamos y la mesera nos afirmó que caminando no tomaría mucho tiempo. De acuerdo con sus instrucciones había que pasar el puerto y dos playitas una muy cerca de la otra y luego encontraríamos la playa que buscabamos.

El sol comenzaba a picar y nosotras ibamos bastante cargadas pero listas para nuestro día de playa. La supuesta caminata que estaba a 10 minutos de distancia terminó siendo de una media hora. Mientras más nos alejabamos del puerto y de las playitas principales menos gente se veía.
Al fondo Colonia St. Jordi
Al llegar y situarnos teníamos una vista de una playa semivirgen con varias embarcaciones a fondo y un agua cristalina. Había tranquilidad, los únicos ruidos que se escuchaban eran las risas de niños disfrutando de su pasadía.
Es Carbo
Bajo el sol incandescente nos zambullimos en al agua, tomamos el sol, disfrutamos de una merecida siesta y comimos.

Así pasamos la tarde completa para luego caminar de vuelta hasta el puerto y cenar en un restaurante.
"Shot" de Tunel para bajar la comida.
La ruta de vuelta a Palma contaba con un paisaje repleto de vacas y llanos entremedio de pueblos.


¡Al norte de la Isla nos vamos!

Último fin de semana en Mallorca y tenía que ser uno memorable. Laura y yo habíamos estado platicando por un tiempo rentar un coche por el fin de semana. Aprovechamos que una de sus amigas de Finlandia estaba de visita para dividir los gastos entre las tres.

La ruta la había trasado la noche anterior con mi guía turístico y estaba segura que la disfrutaríamos. El sábado temprano en la mañana tomamos el autobus hasta el aeropuerto para buscar el coche.

Nos entregaron un modelo Nissan Micra que parece una mariquita. Laura tomó el volante en dirección hacia Alcudía. 
El poder del Micra.
Al llegar a este pueblo en la costa norte de Mallorca recorrimos sus calles. Este municipio tiene una muralla que rodea todo el centro del pueblo. Se puede caminar por esa muralla y ver el pueblo completo desde diferentes puntos.
Muralla de Alcudia
Calles de Alcudia
Saliendo de Alcudía cruzamos el Puerto de Alcudía en dirección hacia Pollença para arribar hasta el Cap de Formentor. Como era la primera vez que las chicas manejaban en esta área ibamos con mucho cuidado por la cantidad de curvas. El Cap de Formentor es una de las vistas más impresionantes de Mallorca que termina con un faro en su punto más alto. 
Tramo entre Alcudia y Pollenca.
Manejando nos detuvimos en un mirador para presenciar un panorama alucinante que parecía sacado de una película. Continuamos nuestro recorrido hasta la Playa de Formentor. Aquí tuvimos que pagar por aparcamiento lo que me pareció una injusticia pero como el terreno es parte de Hoteles Barceló hacen lo que le parece. 
Mirador de Formentor
Vista desde mirador
Esta playa aunque pequeña cuenta con aguas cristalinas extraordinarias y árboles que ofrecen sombra. Nos sentíamos en el paraíso al llegar a este tesoro mallorquín. Después de unas horas totalmente relajadas continuamos hacia nuestro destino final: Sa Calobra.
Playa de Formentor
No importa por donde se tome la ruta las curvas y montañas son inevitables. De Pollença subimos por Escorca hasta llegar a una de las formaciones naturales más impresionantes de toda la isla. 

Las curvas intimidaron un poco a las choferas pero al llegar nos dimos cuenta que había la pena. Caminando pasamos por un túnel hasta llegar a donde el Torrente de Pareis desemboca. Ahí pudimos percibir una pequeña playa de arena, gravilla y piedras pequeñas entre dos montañas.
Curvas de camino a Sa Calobra
Tunel hacia el torrente
De camino a nuestro destino final
Desembocadura del Torrente de Pareis.
¡Me sentía tan minúscula entre medio de todas las montañas gigantescas! Con el cansancio y hambre decidimos retomar nuestra ruta en dirección hacia Palma.
Vista impresionante
De camino nos detuvimos en el Puerto de Sóller para una cena formal con las chicas.
Seleccionamos un restaurante de nombre "El Pirata". Estaba por atardecer pero la vista era encantadora, barcos de diferentes tamaños en el puerto y el sol comenzando a caer detrás de una de las montañas que encierra el puerto.

Entre paella, pasta negra con pescado y cervecita degustamos de una comida riquísima. Así culminamos el primer día de mi último fin de semana en esta maravillosa Isla.
Deliciosa pasta negra con vegetales y pescado.




Es Verger por última vez

No quería irme de Mallorca sin asistir nuevamente al voluntariado de Es Verger. La primera vez tuve tan bonita experiencia que tan pronto supe que se estarían reuniendo a mediados de mayo me apunté. ¡Un día en el campo!
La belleza del campo en Villafranca.
También invité a Laura para que se uniera al grupo y pudiera apreciar esta experiencia de compartir y hacer trabajo voluntario.
Laura disfrutando de una dia en el campo.
Nos reunimos a las 9:00 de la mañana en Palma para así repartirnos en los diferentes coches especialmente para aquellos que no tienen carro. Nos tocó en el coche con Ana Belén y su perro Es Migol. 
Es Migol tomando el sol.
Al llegar a Villafranca nos fuimos un grupo a buscar bambú en un terreno cercano. A Laura y a mí nos tocó trabajar en el huerto junto con otro grupo de chicas. Tuvimos que desyerbar, irrigar y sembrar el terreno luego de haber colectado la siembra cebollas, alcachofas, acelgas y perejil.
El huerto.
Con las cebollas en mano.
También se prepararon las cañas para enfilar las tomateras.
Cañas
El resto de los compañeros especialmente los hombres estuvieron a cargo del trabajo pesado. Nuevamente me sentí sumamente bienvenida. A pesar de sólo haber ido una vez a participar en este programa de voluntariado todos se acordaban de mi nombre y me hablaban como si me conocieran de hace mucho tiempo.

Estuvimos trabajando hasta la 1:00 de la tarde, luego de habernos sentado a merendar y compartir unos bonitos pasajes e historietas de filosofía. 

Lo simple de la vida compartir sanamente con personas extraordinarias.