Las mejores cosas en la vida vale la pena recordarlas. Esta semana pasada se cumplió el primer año de mi partida a Mallorca.
Recuerdo como hoy haber tomado el primer vuelo desde Miami hasta Alemania y sentía tantos sentimientos encontrados. Por un lado estaba un poco triste; sabía que extrañaría a mi familia y amistades pero por otro lado me sentía feliz y nerviosa con aquella nueva experiencia que estaba próxima a comenzar.
¡Que nervios al llegar al aereopuerto de Palma y tener que buscar a la asistente de principal del colegio! Pero al escuchar la voz de María José llamar mi nombre supe que todo estaría bien. Luego en el colegio la bienvenida y el sentirme como si conociera a estas personas desde hace mucho tiempo hizo que mi transición fuera muy placentera.
Como olvidar que mi primera noche en Mallorca la pasé en casa de una de las profesoras y su madre me dió tantas atenciones aunque no me conociera. Las personas con sus acciones son a veces las más que cuentan.
Observando los álbumes de fotos esta misma semana me di cuenta que haberme mudado para esta isla fue la mejor decisión de mi vida. A veces tengo mis dudas si verdaderamente tomé la mejor decisión de quedarme en Estados Unidos y no haber regresado. Pero todo sucede por alguna razón y estoy segura que regresaré muy pronto a mi segundo hogar.
Ver fotos de amistades que aún están viviendo su vida "mediterráneamente" me transporta a revivir mi maravillosa vida mallorquina. ¡Te extraño a diario mi querida Mallorca!
