10 de junio de 2012

¡A mis amigas gracias por los bonitos recuerdos!


Una semana de despedidas y muchas lágrimas. Viernes en la noche antes de mi partida Estados Unidos sábado tenía una cita muy importante. Las chicas con quien había compartido la mayor parte de mis aventuras y momentos especiales querían compartir conmigo por última vez en una cena formal.
Mary y yo en las Cuevas del Drach
Sarah, Laura y yo en mi cumple.
Habíamos quedado en encontrarnos en Plaza España a las 9:00 de la noche. Yo con el corre y corre llegué a nuestra cita corriendo. Tenía los nervios de punta y un mal humor todo por el estrés que me causaba pensar que estaba a sólo horas de mudarme nuevamente a casa.

Caminamos por las Avenidas en búsqueda de un restaurante cerca para sentarnos a compartir por última vez. Seleccionamos un restaurante de comida italiana. Degustamos de pizzas y yo personalmente pedí una pasta de mariscos y queso con albahaca. Todo totalmente delicioso. Mientras cenabamos recordambamos nuestras aventuras y momentos especiales más notables en los últimos 9 meses.

Luego de terminar nuestra cena caminamos por Blanquerna, calle peatonal llena de restaurantes y tiendas para comernos un helado. Ya se acercaba la hora cero y las chicas no querían pensar que en pocas horas nos separaríamos.
En la cima de Cap de Formentor
A cierta hora les dije que tenía que irme a descansar porque al día siguiente me tocaba levantarme sumamente temprano para tomar mi vuelo con destino final a Florida.

En mi piso había fiesta de despedida pero no había sido invitada por las desconsideradas con las que vivía. La cruda realidad es que no quería entrar a mi casa para encontrarme con varios borrachos haciendo el ridículo como siempre lo hacían. Lo peor de todo sabía que no podría dormir por el ruido.

Las chicas no quisieron subir a la fiesta y me esperaron en la calle anterior. Cuando finalmente dije que tenía que irme todas comenzaron a llorar. Yo no pude sostener el llanto, Mary y Laura se habían convertido en mis amigas más cercanas desde que llegué a Mallorca a finales de septiembre.
Laura y yo en Cala Agulla.
Mary y yo en la Sifoneria por primera vez.
Gracias a ambas me llevo gratos recuerdos de fiestas, viajes, caminatas, excelentes conversaciones con consejos en fin momentos inolvidables. Mary, Laura gracias por su amistad. Espero nos podamos mantener en contacto por mucho tiempo.

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