23 de enero de 2012

Sant Sebastià 2012

El mes de enero en Palma de Mallorca es uno lleno de celebraciones, una continuación de la época navideña. La capital de Mallorca celebra por todo lo alto su santo patrón, Sant Sebastià.
Una semana de fiesta con paradas, fogatas, conciertos y fuegos artificiales. Las Fiestas de Sant Sebastià comenzaron el 14 de enero en la Plaza de Cort con una actuación de la Banda Municipal de Música de Palma. Seguido el desfile del Pregón con los Gegants, Dimonis Capgrossos, Drac de Na Coca, batucada y vestimentas típicas mallorquines de niños y adultos.
El Drac de Na Coca es una leyenda balear que cuenta la historia de un "dragón", cocodrilo que aterrorizaba una ciudad costera. Hubo niños desaparecidos de sus cunas y se le echaba la culpa al dragón aunque nadie lo había visto. Pero una noche el gobernador de Alcudia, Bartolomé Coach de camino a ver a su prometida tuvo un enfrentamiento con la bestia. El gobernador lo hirió de muerte con su espada y lo llevó hasta la ventana de su enamorada ofreciéndoselo como trofeo y le dijo: "Mira aquí el dragón: el dragón de Coca". Dice la leyenda que el cocodrilo pudo venir con algún barco procedente de Oriente y se debió instalar en las cloacas, donde se alimentó y creció.
Durante la semana hubo actividades a todas horas. En las noches hubo conciertos alrededor de las diferentes plazas de la ciudad. El jueves en la noche nuevamente hubo el desfile de figuras típicas mallorquinas que llegaron hasta Plaza Mayor para la "Revetla de Sant Sebastià". El alcalde encendió el fogueró frente a cientos de ciudadanos.
Una protesta se desarrolló frente a la fogata exigiéndole al alcalde que se hable catalán. La controversia existe en que esta administración prefiere comunicarse en castellano que en catalán, lengua materna de miles de residentes en la Isla.
Esta misma noche alrededor de la ciudad había parillas para torrar la carne. A última hora una amiga y yo fuimos al supermercado a comer salchica y pan mallorquín. Nos reunimos con sus amistades y cambiamos de localidad en varias ocasiones porque todas las parrillas estaban sumamente llenas. Finalmente llegamos a una plaza pequeña, tuvimos que esperar nuestro turno pero no estuvimos tan apretujados como en otras plazas. Las torradas son la mejor manera de conocer gente y compartir espacio en unidad.
Pude asistir a la misa solemne de Sant Sebastià en la Catedral de Palma. Fui muy bonito ver al obispo celebrar la misa junto a más de diez sacerdotes. El mismo día hubo una bicicletada y un concierto en la noche.
El cierre de las fiestas tuvo lugar desde la Bahía de Palma con un espectáculo de fuegos artificiales que duró por más de media hora.

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