Hoy se cumple un mes desde que dejé las estrechas calles y hermosas playas de Mallorca para regresar a larealidad. Esta realidad es mi antigua vida en Estados Unidos, específicamente en el estado de la Florida.
Anhelaba regresar a casa para reunirme nuevamente con mi familia después de nueve meses pero rápidamente me dí cuenta que habría varias cosas a las que tenía que acostumbrarme nuevamente y otras a las que ya no podría realizar.
Can Tornem Hi, bar de la esquina para casi todas las reuniones. |
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Bar Estacion en Inca, cafetería de encuentros mañaneros. |
Estando en Mallorca me dí cuenta que no era indispensable tener coche. Aprendí a moverme por la ciudad a pie, en bici, en bus o en tren.
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Estacion Intermodal Palma |
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Bus de la ciudad |
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"Mou-te Bé", servicio de bicis gratuito para pasajeros del tren y bus. |
Me costó un poco regresar a currar 40 horas a la semana. Las primeras dos semanas de trabajo con ocho horas diarias se me hacían eternas. ¡A quien no! ¡Quien no se acostumbra rápidamente a únicamente trabajar doce horas a la semana!
Con mis fines de semana comenzando los jueves en la tarde y terminando los lunes, me mantenía ocupada en actividades al aire libre y compartiendo con mis amistades. Hasta en las tardes podía caminar por 25 minutos y sentarme frente al mar a contemplar un atardecer. Me siento que ahora tengo que comenzar de cero para conocer nuevas amistades y encontrar los puntos de interés en mi área.
¡Tinto, blanco o cava! ¿Dónde consigo una copa por menos de dos dólares?
Sifoneria, 85 centimos por una copa de vino. |
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